domingo, 22 de marzo de 2015

El Quijote de mi bisabuelo



Me encanta el olor de los libros nuevos.
Cuando abro por primera vez un libro, no puedo resistirme a hundir la nariz en las páginas y respirar profundamente el olor a tinta que desprende.
Pero, hay un olor que me gusta aún más. El olor de los libros antiguos.
Esa mezcla de olor a tinta, papel, polvo y humedad,  me vuelve loca.
Comprenderéis mi felicidad, cuando mi padre me regaló el viejo Quijote de su abuelo, es decir, de mi bisabuelo.
Me sentí orgullosa de que me lo confiase.
Ahora es mi tesoro.

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